Las principales características de un horno son:
Grill: función que pueden incluir o no.
Calor arriba y abajo: puede ser arriba o abajo, pero también en ambos lados. Esta última es la mejor opción si quieres que los alimentos se cocinen bien.
Función de aire o ventilador: para que el calor se reparta de forma uniforme por todo el horno.
Función precalentamiento: para que alcance la temperatura de forma rápida.
Función temporizador: para que te avise cuando finalice el cocinado. Esto te permite realizar otras tareas de casa mientras te preparas la comida.
Iluminación interior: esto nos permite ver cómo va, por ejemplo, el gratinado de nuestros macarrones al horno. Así evitamos tener que abrir la puerta y que disminuya la temperatura interrumpiendo el cocinado.
Existen diferentes tipos de horno: convencionales (resistencias arriba y abajo), horno microondas (que incluye ambas funciones), de vapor (generan calor a partir de un depósito de agua) y horno multifunción (que cumple las funciones de todos los anteriores).
Además, existen otras funciones que pueden facilitarte mucho más el uso de tu horno: función pirolisis (para facilitar la limpieza), eficiencia energética (A siempre es mejor que G), el tipo de apertura de la puerta y el sistema de deslizamiento de las bandejas.