Cada vez más, damos un
mayor uso a los hornos diariamente en la cocina: para preparar una rica lasaña,
un asado o para hacer un especial bacalao al pil pil. Antes de comprar un horno
tienes que preguntarte: ¿Qué uso le voy a dar y cuánto lo voy a utilizar? En
base a esto, elegiremos uno con más o menos funciones, de un tamaño más grande
u otro más pequeño, en función también, del espacio disponible en tu cocina.
Las principales características
de un horno son:
- Grill: función que
pueden incluir o no.
- Calor arriba y
abajo: puede ser arriba o abajo, pero también en ambos lados. Esta última es la
mejor opción si quieres que los alimentos se cocinen bien.
- Función de aire o
ventilador: para que el calor se reparta de forma uniforme por todo el horno.
- Función
precalentamiento: para que alcance la temperatura de forma rápida.
- Función
temporizador: para que te avise cuando finalice el cocinado. Esto te permite realizar
otras tareas de casa mientras te preparas la comida.
- Iluminación
interior: esto nos permite ver cómo va, por ejemplo, el gratinado de nuestros
macarrones al horno. Así evitamos tener que abrir la puerta y que disminuya la
temperatura interrumpiendo el cocinado.
Existen diferentes tipos
de horno: convencionales (resistencias arriba y abajo), horno microondas (que
incluye ambas funciones), de vapor (generan calor a partir de un depósito de
agua) y horno multifunción (que cumple las funciones de todos los anteriores).
Además, existen otras
funciones que pueden facilitarte mucho más el uso de tu horno: función pirolisis
(para facilitar la limpieza), eficiencia energética (A siempre es mejor que G),
el tipo de apertura de la puerta y el sistema de deslizamiento de las bandejas.